Prometeo Encadenado

Ficha Técnica

Nombre del libro: Prometeo Encadenado

Autor: Esquilo

Personajes Principales: Prometeo

Personajes secundarios: La fuerza, la violencia, Hefesto, El Océano, Io, Hermes y las ninfas oceánicas.

Ubicación espacial: Una montaña de Escitia cercana al mar de Atlante o el Cáucaso

Ubicación Temporal: Desconocida

Tema del libro: El castigo impuesto a Prometeo por entregar el fuego a los hombres. El motivo de su castigo es que el fuego era símbolo de grandeza y sabiduría de los dioses.

Análisis Personal

Aspecto a analizar: Causas del castigo.

“Prometeo Encadenado” es una tragedia que nos muestra cómo Hefesto encadena a Prometeo en la roca del Cáucaso y el sufrimiento de este a lo largo del tiempo, mientras vienen algunos visitantes a compadecerse de él. Pero en realidad no nos muestra las causas de este castigo. Para desentrañarlas debemos analizar a dos personajes, a Zeus y a Prometeo.

Zeus era el Dios del cielo y soberano de los dioses olímpicos. Su gobierno fue casi una dictadura que comenzó cuando derrocó a su padre Crono del poder, quedándose así con el trono. Para nadie era un secreto que Zeus era un tirano, y mucho menos para Prometeo. Como bien dijo La Fuerza ‘Nadie es libre sino Zeus’

A Prometeo, cuyo nombre significa etimológicamente ‘Hombre previsor, que prevé el porvenir’, junto con su hermano Epimeteo, les fue asignada la tarea de crear a la humanidad y de proveer a los seres humanos y animales de lo necesario para vivir. Epimeteo comenzó dándoles a los animales características como el valor, la fuerza o la rapidez, por esta razón cuando fue a crear un ser superior a los demás no le quedaban más virtudes, así que decidió pedirle ayuda a su hermano, quien con gusto lo ayudó. Prometeo les dio una forma más noble a los seres humanos y les permitió caminar erguidos y, como don, les dio el fuego.

Este hecho enfureció a Zeus, por la sabiduría y divinidad que el fuego había representado hasta ahora. Por este motivo, ordenó a su hijo Hefesto que creara a partir de arcilla a la primer mujer, a la que llamó Pandora y le fue entregada a Prometeo, junto con una caja que le había regalado Hermes a Zeus y que contenía todas las desgracias (plagas, dolor, pobreza, crimen) para castigar a los humanos. Sin embargo Prometeo desconfiaba de este regalo hecho por sus enemigos e ignoro por completo a Pandora, algo que su hermano no hizo, trayendo la desgracia al mundo.

Prometeo quiso vengarse de Zeus, así que dijo a los humanos que le quemaran ofrendas a los dioses. Para eso sacrificaron un buey, luego el titán puso todas las partes comestibles del animal a un lado y las recubrió con el vientre y al otro lado colocó los huesos y tendones bajo la piel del animal. Dejó entonces escoger a Zeus la parte que quería para si. Zeus eligió el plato de huesos. Y después de esta ofensa fue que Zeus ordenó a Hermes que encadenara a Prometeo.

Hay una palabra que cabe resaltar en esta historia: venganza. Tanto Zeus como Prometeo tenían un orgullo inmenso que no los permitía pensar bien, sino que los hacía dejarse llevar por la ira. Zeus, a quien no le agradaba para nada la humanidad, causó la desgracia de esta en un intento de hacer pagar a Prometeo por sus actos. Y Prometeo fue muy imprudente al retar al “Dios de los dioses” dos veces.

Zeus castigo a Prometeo encadenándolo en el Cáucaso, donde un águila le devoraría las entrañas durante las mañanas de treinta mil años, dejando en las noches crecer las entrañas. A la larga fue una decisión errónea porque Prometeo, el mismo que lo ayudo a subir al poder, era el único que podía indicarle con claridad cómo evitar la desgracia de ser derrocado. El tenía su arma secreta, el poder de prever el futuro, y lo usó contra Zeus.

Su calidad de divinidad junto con su inmenso orgullo, cegaban a Zeus. Prometeo no estaba dispuesto a dejarse engañar de este, por lo que lo desafiaba, aún sabiendo las consecuencias de esto.