Muchas veces la gente, y más aun la más joven, cuando oye la palabra clásicos, cree que son aquellos libros con títulos raros, escritos por intelectuales gringos o europeos de la edad media y del renacimiento, esos libros que pasaron de moda hace mucho tiempo y que ahora solo leen, o mejor dicho releen, sus abuelos o padres.
Esto sucede porque se tiene un muy mal concepto de la palabra “clásico”, y nadie ha hecho nada por corregirlo. El señor Italo Calvino nos trae este ensayo con el que no estoy de totalmente de acuerdo, pero tampoco en total desacuerdo, en el cual analiza varias definiciones populares de “los clásicos”.Según el Sr. Calvino los clásicos no los puede leer alguien joven, porque carece de el sentido que se necesita para poder hacerlo, muchas veces por impaciencia, distracción e inexperiencia. A continuación menciona un montón de nombres, desconocidos para mi, de escritores y libros que el considera clásicos y dice que para poder sacar provecho de su lectura, se debe alternar con una sabia dosificación de lectura de la actualidad.
En nuestra opinión, compartida con una de mis compañeras, los clásicos son libros que de alguna manera dejan un impacto o una marca en quien los lee y algunas veces en la sociedad y cultura en la que es popular. Es por esto que estoy en desacuerdo con el señor Calvino, un clásico puede impactar indiscriminadamente tanto a personas maduras, como a jóvenes. Estos últimos también pueden sacar provecho de su lectura de clásicos alternándola con lectura de la actualidad, así no solo se cosecha el amor por la lectura, sino que también se va adquiriendo experiencia, que según Italo es uno de los aspectos más importantes que se deben tener en cuenta para poder tener una perfecta lectura de los clásicos.
En cuanto a la sociedad, nosotros también hacemos parte de ella, y los “clásicos” son los que empiezan a abrir nuestra mente desde pequeños. Por ejemplo en el colegio, ¿a quién no le han puesto a leer “100 años de soledad” y demás libros de García Márquez, por ser el premio Nóbel?, ¿les suena más “cóndores no entierran todos los días”?. Esos son libros que son clásicos para nuestra sociedad y cultura, son todos esos nombres raros, aplicados al contexto de Colombia, que ayudan a la juventud colombiana a dar sus primeros pasos en el largo camino hacia la buena lectura.
En conclusión, los clásicos no se deben leer porque un amigo te lo recomendó, o porque fue el último que salio, o porque sea el libro de moda; los clásicos se deben leer porque te nace leerlos, porque cuando los lees, sucede lo inesperado, que produce un impacto en ti, que dices “este libro es un clásico, nunca lo voy a olvidar” y luego lo guardas en tu biblioteca ideal de clásicos para luego, cuando estés mas maduro, releer y volver a tener el mismo impacto q la primera vez, pero ahora, prestándole mas atención a los detalles.
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